Entre Bastidores
La tarea de resumir en un par de volúmenes la médula del Nuevo Testamento es enorme. Sin embargo, dándome cuenta que la mayoría de nosotros estamos interesados en la biografía, hace algunos años se me ocurrió que la historia de las vidas de sus figuras centrales podría proporcionarme el prisma necesario. El resultado fue unas series de Visión sobre la vida de Cristo, después otra sobre la Iglesia primitiva. Ya publicamos ambas series en forma de libro: Gospels for the 21st Century (Los Evangelios para el Siglo XXI [publicado a principios de este verano]) y Apostles: First Followers and Their Faith (Los Apóstoles: Los Primeros Seguidores y Su Fe).
La historia de los primeros seguidores de Jesucristo ha sido contada una y otra vez en innumerables ocasiones. Seguramente todo lo que se pueda decir ya se ha dicho. El problema es que mucho de lo que ha sido escrito proviene de escritores que han filtrado sus conclusiones a través de las tradiciones y enseñanzas de una iglesia cada vez más lejos de los primeros creyentes. Estos autores le han restado la importancia en su mayor parte al entendimiento de la doctrina original de la Iglesia para el día de hoy. Pocos se han esforzado por comprender plenamente las enseñanzas y la práctica de los primeros seguidores dentro de su entorno cultural del Siglo I y su profunda conexión con las Escrituras Hebreas. Por lo tanto existe un vacío en la literatura existente.
Otra razón para volver a contar esta historia es que en los últimos años ha estado circulando el concepto de que los escritores del Nuevo Testamento estaban más a menudo en oposición que unidos en la creencia y la práctica. Aunque es verdad que, como todos los seres humanos tenían en ocasiones diferencias de opinión y con frecuencia escribían a diferentes audiencias con propósitos diferentes, cada uno con estilo único de escritura, no obstante sus creencias fundamentales salían a relucir. Apostles: First Followers and Their Faith (Los Apóstoles: Los Primeros Seguidores y Su Fe) ayuda a establecer la verdad al observar las vidas de estos individuos desde una perspectiva más precisa.
«Durante cincuenta años después de la vida de St. Paul una cortina se cierne sobre la iglesia, a través del cual nos esforzamos en vano de buscar, y cuando por fin se levanta, alrededor de 120 d.C., con los escritos de los primeros padres de la iglesia, nos encontramos con una iglesia en muchos aspectos muy diferente a la de los días de San Pedro y San Pablo».
Cuando el Siglo I llegó a su fin, la Iglesia primitiva del Nuevo Testamento estaba bajo ataque interna y externamente. Por los comienzos del Siglo II, casi había desaparecido del registro histórico. De acuerdo a algunos estudiosos, fue como si un gran telón hubiera caído sobre ella—posiblemente ya en los 60s, inmediatamente después de la muerte de Pablo. Juan, el último sobreviviente de los 12 apóstoles originales, murió cerca del año 100. Cuando el telón comenzó a levantarse de nuevo 20 años más tarde, la iglesia que emergió era muy diferente a al cuerpo que los apóstoles habían nutrido. ¿Cuán diferente era la Iglesia original de la que surgió después?
Creo que hay algo del adagio de que cada generación tiene que redescubrir las verdades esenciales. Es muy importante revisar los antecedentes históricos y evaluar lo que debemos aprender de ellos. En el caso del Nuevo Testamento, sus verdades han resistido la prueba del tiempo, solamente de acuerdo a la honestidad de cada generación reemplazante. Sin la continuidad de la creencia y la práctica, su mensaje es adulterado y eventualmente perdido.
Las grandes personalidades mencionadas en los Apóstoles practicaron lo que habían recibido de Jesús. Vivieron sus creencias. Algunos incluso murieron por ellas. Lo que dejaron asentado—ya sea como historia, como cuidado pastoral o como instrucción profética—fue entregado por gente real que practicaban sus creencias en el difícil mundo de la floreciente superpotencia imperial romana.
Apostles: First Followers and Their Faith (Los Apóstoles: Los Primeros Seguidores y Su Fe) es el resultado de cuatro décadas de estudio en el que traté de remover toda idea preconcebida sobre la Iglesia primitiva y entender con mayor precisión lo que creían, enseñaban y practicaban. En un sentido, es una tentativa por ver que hay detrás del «telón» que descendió sobre la Iglesia primitiva dentro de su historia. Si desea ordenar una copia (en inglés) vaya al sito en la red. Creo que estará de acuerdo que este libro ofrece una perspectiva del Nuevo Testamento que raramente encontrará.