Ya sea que estuviera instruyendo a sus discípulos o enfrentándose a sus enemigos, Jesús transmitía las cualidades esenciales del comportamiento piadoso.
Carlos Marx consideró su obra como una inexorable crítica a todo lo que existe y abogó por el derrocamiento de las clases sociales mediante el uso de la fuerza.
¿Acaso la Biblia menciona algo acerca de la lucha de clases como el punto definitorio de la vida humana? No; sin embargo, sí deja claro que el rico no debe oprimir a quien menos tiene.
A medida que la popularidad de Jesús crecía, las multitudes clamaban por verlo o tocarlo. Lo buscaban para satisfacer sus necesidades físicas, sin embargo, él quería darles mucho más.
En este primer artículo de varios que examinan la bases del pensamiento moderno occidental, Visión observa a la teoría que removió a Dios de su papel como creador.
Probablemente ha escuchado que la mayor festividad del mundo occidental está sumida en un gran paganismo; pero ¿se ha preguntado por qué eso es importante?
La moderna sociedad occidental refleja a una civilización que la mayoría de las personas considera muerta desde hace tiempo; sin embargo, las conexiones son claras e inequívocas.
Es una imagen perenne en la cultura occidental. Una rápida búsqueda en Internet revela la fascinación por la Torre de Babel que hemos mantenido siglo tras siglo. De hecho, un sitio Web presenta un cronograma de referencias a Babel que data del año 5000 a.C. hasta el 2001 d.C.
Mientras viajaba por el campo realizando milagros y sanando a los enfermos, Jesucristo enseñó la importancia de ser conocido por sus actos y acciones cotidianas.
Parece que nada está más allá de nuestro alcance cuando se llega a conquistar el mundo físico, pero no sabemos qué hacer para tratar las cuestiones morales.
La ciencia moderna nos acerca cada vez más a un precipicio moral, pero ¿acaso la ciencia puede servir de árbitro entre los estándares éticos y morales?
Al centro de uno de los oratorios más famosos de todos los tiempos se encuentran valores y principios duraderos que nos pueden sacar del laberinto actual de la confusión moral.