Estos seis libros finales completan la sección de la Biblia conocida como «Los profetas». Sus mensajes son diversos; sin embargo, como los demás escritos proféticos, tienen algunos temas en común.
¿Qué clase de mundo heredarán nuestros hijos? Los problemas medioambientales de hoy exigen una solución global a largo plazo, una que ponga de cabeza la corriente actual, centrada usualmente en conseguir beneficios a plazo inmediato.
Lostotalitaristas del siglo XX tuvieron en común una serie de características. Ante una nueva generación de autócratas entrando al escenario mundial, aprender las lecciones de nuestra historia reciente resulta vital.
Mientras que la primera mitad del libro profético de Isaías gira mayormente en torno a advertencias contra Judá y las naciones vecinas, la segunda trata principalmente sobre restauración y paz.
Desde el soborno y el favoritismo hasta la falsificación de artículos y el lavado de dinero, la corrupción moral toca a toda nación y todo estrato de la sociedad. Y se había predicho que así sería.
Las cada vez más sofisticadas e «inteligentes» tecnologías ya nos permiten alterar no solo nuestra vida cotidiana, sino el planeta mismo. También invitan al abuso… y al caos… ¿Qué se puede hacer?
¿Qué podemos esperar en un mundo donde la inteligencia artificial juega un rol tan sumamente importante? ¿Qué en cuanto a esto debería preocuparnos? Un experto en IA ofrece algunas respuestas.
Al cumplir Israel 70 años de estadidad, le preguntamos al politólogo y negociador de paz Menachem Klein acerca de las expectativas cumplidas de su nación, las oportunidades perdidas y el camino hacia la paz.
Encarar la realidad de un mundo cargado de pesar, traición y decepción significa confrontar no solo las fallas o fracasos de aquellos en quienes hemos confiado, sino nuestra propia participación al respecto.
¿Se hacen ilusiones al morir? Las ilusiones suelen ser inofensivas y hasta divertidas, pero hacerse ilusiones —incluso al punto de engañarse a sí mismo— bien podría matarle.
En su descenso hacia la ruina nacional, los pobladores del antiguo Israel aumentan en idolatría a pesar de las repetidas advertencias de los profetas de sus días. El resultado es, simplemente, como Dios lo prometiera.